Cuando llega el mes de agosto, Madrid se engalana para celebrar sus fiestas más populares.
La historia y la tradición de esta ciudad no se podrían entender sin tener en cuenta sus famosas verbenas, tres de las cuales se celebran consecutivamente y en barrios contiguos durante el mes de agosto.
Comienzan del 6 al 9 con la de San Cayetano, en la zona del Rastro/Embajadores, continúan del 10 al 12 con la de San Lorenzo, en Lavapiés, y terminan con la más importante y grande de todas, la de la Paloma, en La Latina del 14 al 17.
Chulapos, chotis, limonada, calles adornadas con farolillos, vecinos bailando 'agarrado'... Todo ello forma parte característica de las fiestas populares madrileñas, que en verano, cuando los días son más largos, se viven con especial intensidad y gozo.
De marcado carácter vecinal, estas celebraciones forman parte del Madrid más auténtico, el más apegado a su tradición de pueblo festivo y sociable, que se muestra de manera sencilla, pero con mucha intención de pasarlo bien. Y por supuesto, abiertos a todo el que quiera unirse.
Sus programas de actividades incluyen desde juegos, concursos infantiles o campeonatos de mus, hasta actuaciones de orquestas y grupos de pop, zarzuelas, puestos en los portales de las casas, bailes regionales, concursos de bailes y vestimentas, rutas de tapas o la procesión del santo o la virgen homenajeados.
Estos tres barrios representan la tradición castiza, formados por edificios de viviendas decimonónicos –entre ellos, alguna corrala– y calles desordenadas con muchísimo encanto.
¡¡NOS VAMOS A LA VERBENA!!
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